El taller nacional de dramaturgia, proyecto que ha contado con la colaboración de seis profesores y la cobertura del territorio nacional en ocho ciudades del país (Antofagasta, Copiapó, Valparaíso, Rancagua, Talca, Concepción, Valdivia y Santiago), ha estimulado y motivado a los autores teatrales.
Esta iniciativa pedagógica-cultural ha significado entrar en contacto con la creatividad y las obsesiones que mueven a los creadores: recoger sus puntos de vista sobre el teatro y la actividad cultural y poner en discusión no sólo los textos, sino también una mirada crítica sobre la creación artística.
Así, a partir de la lectura y la reflexión sobre textos dramáticos, hemos tenido la ocasión, tanto profesores como alumnos, de seguir consolidando la existencia de una ciudadanía cultural.
El teatro y la dramaturgia nos han permitido iniciar este sueño que esperamos que se consolide, en la medida en que tanto los nuevos dramaturgos como sus obras nacidas al alero de estos talleres, encuentren el justo espacio en los circuitos de producción y difusión regional y nacional.
De esta forma, cuando podamos presenciar el estreno de autores de Antofagasta o Concepción en La Serena o Iquique, podremos decir que la labor ha dado frutos y que la dramaturgia nacional es efectivamente nacional, porque es de todo el país y sobre todo porque hay ocasión de verla y disfrutarla en todo Chile.
